EDUCAR CON EL DEPORTE

El deporte y la educacion física aportan las bases necesarias para el desarrollo y el bienestar de los niños y los jovenes en la sociedad y el sistema educativo.

sábado, 14 de agosto de 2010

EL DEPORTE EN MEXICO

El deporte en México es muy variado, y en el transcurso de los años han surgido varias figuras que han destacado a nivel nacional como internacional, tanto en el deporte profesional como en el amateur. Además, el país ha albergado diferentes eventos de talla internacional entre los cuales se incluyen dos Campeonatos Mundiales de Fútbol y unos Juegos Olímpicos de Verano.

La Secretaría de Educación Pública incluye la enseñanza de la educación física en las escuelas a su cargo, como hacen también las instancias estatales encargadas de la instrucción, en el país el deporte organizado no es una actividad común entre el pueblo.

El más extendido sea quizá el fútbol, aunque en el norte del país tienen mayor presencia el básquetbol, el béisbol y el softbol, éstos dos últimos, también con muy buena aceptación en el sur del país; en el sur del Distrito Federal la práctica aficionada del frontón y la pelota vasca es muy importante, y ha dado lustre al deporte mexicano a nivel internacional. Con el creciente aumento de un mercado de jugadores tanto infantil como juvenil el deporte extremo de raqueta, el racketball, goza de un constante desarrollo.

El patinaje artístico sobre hielo y el hockey sobre hielo son deportes practicados por la juventud mexicana acomodada, mostrando un constante crecimiento. Otros deportes que gozan de gran popularidad en México son el voleibol el cual se practica como uno de los deportes básicos a nivel escolar, así como el fútbol americano el cual se practica de manera organizada en diversas ligas integrantes de la ONEFA.

DEPORTE Y EDUCACION

Los valores que se ponen en juego con el deporte, aluden a principios fundamentales en la evolución del sujeto, educación y deporte van de la mano.

En este artículo no se pretende valorar el deporte profesional o de alta competición. Lo que se intenta es esbozar el valor educativo del deporte base, se parte de la convicción de que en la actividad deportiva los incipientes sujetos, niños y adolescentes, tienen un excelente instrumento lúdico para elaborar su personalidad y conseguir la dosis suficiente de auto confianza.

El deporte supone un ir más allá del juego, ya no se trata de jugar a ser mayores, se trata simbólicamente de la vida misma. Gracias a ello, proporciona un espacio singular donde los chavales pueden elaborar la transición a la vida adulta, consiguiendo una mejor apreciación del esfuerzo, la solidaridad y las reglas sociales.

Tras la actividad física hay una necesidad biológica de movimiento muy general, que es parte del desarrollo y del sistema de conservación del organismo. Es por ello que la falta de ejercicio físico puede producir trastornos orgánicos, como los cardiovasculares, o alteraciones de tipo psíquico, como la ansiedad. Mas cuando nos referimos a los niños y los adolescentes, la importancia del movimiento es todavía mayor, ya que, con él, se construye el esquema y la imagen corporal, elementos estructurantes de la personalidad que nos acompañan durante toda la vida. La inadecuada constitución de estos elementos puede dar lugar a diversos trastornos neuróticos, psicosomáticos o psicóticos.

Sin embargo, la necesidad intrínseca del movimiento no es tan intensa como para vencer con facilidad las formas sedentarias de vida que tenemos en la sociedad moderna, sobre todo en las grandes ciudades. Además el desarrollo de la sociedad tecnológica incita la inhibición corporal y el estancamiento en la comodidad. Cada vez más necesidades y aficiones se nos ofrecen seduciéndonos con la comodidad que supone sólo pulsar un dedo, hasta se nos ofrece el deporte virtual.

Por todo lo dicho anteriormente, el deporte base merece ser cuidado con la importancia que se merece. El niño al principio juega, después hace deporte, pero puede dejarlo muy pronto. El abandono del deporte es un hecho preocupante, cuya mayor incidencia se produce en la adolescencia, una época donde, para mayor preocupación, el chaval necesita sujetarse más para convertirse en un sujeto de pleno derecho. El deporte sujeta y canaliza las tensiones agresivas y sexuales que, durante la adolescencia, amenazan la estructuración psíquica y la imagen corporal.

Para fomentar la actividad deportiva es necesario trabajar con la motivación, de tal forma que el niño o el adolescente se sienta atraído por las características propias de la actividad física.

Trabajar la motivación es tarea de los profesores de educación física y de los entrenadores, sin embargo la información y formación en el terreno motivacional es, en la mayoría de las veces, escasa. Cuando esto ocurre, es fácil que el profesor o entrenador se deje llevar por sus propias motivaciones o frustraciones, sin tener mucho en cuenta a sus discípulos. Muchas veces, los entrenadores parecen generales que inculcan la victoria deportiva a cualquier precio e incluso se abusa de la agresión verbal si no se produce. Este tipo de conductas, lejos de motivar a los chavales, produce en ellos un rechazo visceral y un abandono precoz del deporte.

Para comprender la importancia del profesor o entrenador, hay que tener en cuenta que, en el deporte, si bien existe ya un distanciamiento de la directa figura de padre o madre de los primeros maestros, no por ello los entrenadores de la actividad física dejan de ser un subrogado parental, esencialmente paterno, una figura de autoridad que supone la referencia del modelo a seguir. Cada chaval verá esta figura de manera diferente, de acuerdo con su propia historia, esto debe ser valorado por el entrenador para poder aprovecharlo y jugar con ello en su relación con el chico.

Un correcto trabajo demanda la creación de un clima motivacional adecuado, donde se valore a los sujetos uno a uno. El acento debe estar puesto más en la autosuperación que en la competitividad. Si bien es cierto que nos toca vivir en una sociedad muy competitiva, también lo es que el exceso de ésta crea demasiada carga agresiva y puede originar estados de ansiedad incontrolados.

La autosuperación tiene que ver con el desarrollo de normas internas de valoración y, en este sentido, favorece la independencia y modera la tendencia a depender solo del resultado deportivo o de la opinión de otros.

La meta no debe ser solamente que la actividad deportiva promueva el desarrollo físico y la salud, se trata de explotar todo el valor educativo del deporte. En este sentido, la orientación hacia metas de autosuperación promueve la internalización de reglas (algo imprescindible en el mundo social adulto y en estrecha conexión con la ética) y la solidaridad y la cooperación con los otros.

Un trabajo en esta dirección contribuye a dar valor al propio esfuerzo, la perseveración y el desarrollo de las propias habilidades como los elementos que pueden facilitar una satisfacción de tipo personal. Ya no se trata de la suerte o el destino, el acento recae sobre el sujeto y su esfuerzo como motor del propio desarrollo, y al alejarnos de la meta única del éxito deportivo, damos lugar a la posibilidad de la frustración sin connotaciones traumáticas, factor importante ya que, a fin de cuentas, la vida está llena de frustraciones.

jueves, 5 de agosto de 2010

LA ANDRAGOGIA

La Andragogía (del griego ἀνήρ "hombre" y ἀγωγή "guía" o "conducción") es la ciencia y el arte que siendo parte de la Antropogogía y estando inmersa en la educación permanente, se desarrolla a través de una praxis fundamentada en los principios de participación y horizontalidad; cuyo proceso, al ser orientado con características sinérgicas por el facilitador del aprendizaje, permite incrementar el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida, y la creatividad del participante adulto, con el propósito de proporcionarle una oportunidad para que logre su autorrealización.

La Andragogía por ser independiente del nivel de desarrollo psíquico y por partir del nivel de desarrollo cognitivo genera una nueva actitud del hombre frente al problema educativo.

Actualmente se considera que la educación no es solo cuestión de niños y adolescentes, el hecho educativo es un proceso que actúa sobre el hombre a lo largo de toda su vida, por lo tanto la naturaleza del hombre indica que puede continuar aprendiendo durante toda su vida sin importar su edad cronológica.

EDUCACION A LO LARGO DE LA VIDA

En algunos países como México la educación se divide en dos o más tipos, éstos a su vez se subdividen en niveles tales como Educación Básica (nivel Preescolar, Nivel Primaria, Nivel Secundaria), Educación Media (Preparatoria) y Educación superior (Licenciatura y posgrado). Las divisiones varían según las políticas educativas de cada país.
Existen diversos conceptos que intentan analizar el fenómeno educativo, en relación al discurrir temporal en las personas. Así, conceptos como educación permanente, educación continua , Andragogía o educación de adultos tienen aspectos comunes pero también matices importantes que los diferencian y los enriquecen.

Según estudios, los niños de ocho años aprenden mejor premiando su desarrollo y no atienden a los castigos mientras los de doce, al contrario, aprenden más al reaccionar de forma negativa ante sus errores. Los adultos también siguen esta norma general y observan más sus fallos aunque de forma más eficiente.

Esto es porque los adultos aprenden más por convicción e incluso por necesidad ya que pueden requerir los conocimientos para su trabajo, o para alguna actividad en específico por ello es que aprenden más eficientemente de sus errores, y saben perfectamente que el aprendizaje es responsabilidad suya. A diferencia de lo que pasa con los niños y jóvenes, mismos que en muchas ocasiones acuden a la escuela porque sus papás los envían y no tanto por convicción propia o porque tengan la necesidad de ciertos conocimientos. Todo esto lleva a que existan dos corrientes educativas según el tipo de estudiantes, la pedagogía para los niños y jóvenes y la andragogía para los adultos.

LA EDUCACION BASICA

Preescolar, educación primaria y secundaria es la etapa de formación de los individuos en la que se desarrollan las habilidades del pensamiento y las competencias básicas para favorecer el aprendizaje sistemático y continuo, así como las disposiciones y actitudes que regirán su vida. Lograr que todos los niños, las niñas y adolescentes del país tengan las mismas oportunidades de cursar y concluir con éxito la educación básica y que logren los aprendizajes que se establecen para cada grado y nivel son factores fundamentales para sostener el desarrollo de la nación.

En una educación básica de buena calidad el desarrollo de las competencias básicas y el logro de los aprendizajes de los alumnos son los propósitos centrales, son las metas a las cuales los profesores, la escuela y el sistema dirigen sus esfuerzos.

Permiten valorar los procesos personales de construcción individual de conocimiento por lo que, en esta perspectiva, son poco importantes los aprendizajes basados en el procesamiento superficial de la información y aquellos orientados a la recuperación de información en el corto plazo.

Una de las definiciones más interesantes nos la propone uno de los más grandes pensadores, Aristóteles: "La educación consiste en dirigir los sentimientos de placer y dolor hacia el orden ético."

También se denomina educación al resultado de este proceso, que se materializa en la serie de habilidades, conocimientos, actitudes y valores adquiridos, produciendo cambios de carácter social, intelectual, emocional, etc. en la persona que, dependiendo del grado de concienciación, será para toda su vida o por un periodo determinado, pasando a formar parte del recuerdo en el último de los casos.

LOS VALORES EN LA EDUCACION

En algunos estudios aparecidos en los últimos años se ha planteado la cuestión de la influencia que el sentido de los valores puede tener en la conducta de un niño.

Los jóvenes, como los adultos, se enfrentan a un mundo de problemas y decisiones que reflejan la complejidad de la vida del hombre. En estas decisiones están en juego los valores como fuerzas directivas de acción. Éstos con frecuencia entran en conflicto; en parte por la poca claridad del sistema de valores de la sociedad y la desorientación de la existencia humana.

La tarea de educar y, con ello, la de educar en los valores, no queda circunscrita al ámbito escolar. Familia y sociedad son espacios sociales fuertemente comprometidos en esta responsabilidad.

Hay una primera concesión de esta amplia responsabilidad que afecta a la persona del educador. Si el educador en la escuela ha de contribuir a que el hombre se descubra a sí mismo, descubra el mundo y su profundo significado, no es indiferente el concepto de hombre y de mundo que tenga. Y más que el concepto, más que la visión intelectual, importa su actitud valorativa de los demás hombres y de su inserción en el mundo; lo que él sea y el modo, incluso, de autoconocerse, constituyen la aportación fundamental al proceso de autorrealización del alumno.

Pero la educación no se reduce a la realización profesor-alumno. En el marco de la escuela como institución se da una interacción constante entre la estructura, la organización y la metodología didáctica. Estos conllevan a juicios de valor y convierten a estos medios en vehículos decisivos de esquemas de valoración y de adhesión a determinados valores.
¿Está usted de acuerdo?